Crear buenos hábitos es fundamental. Sin embargo, este es el principal problema al que se enfrentan los padres para educar a sus hijos, especialmente a la hora de dormir.
Desde que nacen, los niños se acostumbran a dormir acompañados y, a medida que van creciendo, intentar que duerman solos puede suponer toda una batalla. De esta forma, a raíz de la preocupación y la impotencia, comienzan a surgir cuestiones que nos inquietan. “¿Por qué mi hijo de 7 años no quiere dormir solo? ¿Estaré haciendo algo mal?”.
Antes de todo, debemos evitar perder la calma y comprender que este es un problema muy común que se manifiesta en niños de todas las edades. Por tanto, fomentar buenos hábitos de sueño desde una etapa temprana es imprescindible.
A continuación, explicaremos las causas de este comportamiento y daremos algunos consejos para que los padres puedan detectar y corregir este problema.
“Mi hijo no puede dormir solo, ¿debería buscar ayuda psicológica?”. Esta puede que sea la duda principal de muchos padres.
Normalmente, este comportamiento viene generado por un hábito de dormir acompañado o en brazos de otra persona, por lo que se crea una sensación de dependencia. De esta forma, en el momento que se plantee la posibilidad de que duerman solos, surgirán inseguridades y miedos que provocarán que el niño busque todas las excusas posibles para evitarlo.
Aunque esta actitud surge a raíz de una mala costumbre, se debe corregir rápidamente, buscando una intervención profesional si es necesario.
“¿Qué hacer si mi hijo no quiere dormir solo?”. En este apartado desarrollaremos varios consejos para que los padres puedan actuar ante este problema.
La hora del sueño puede convertirse en una auténtica pesadilla, en la que el niño se negará rotundamente a dormir solo y atacará con cualquier excusa. Algunas ocurrencias pueden ser retrasar el momento de ir a dormir, pedir agua, ir al baño o que aparezcan de repente varios monstruos en el armario y debajo de la cama.
En esta situación, pueden surgir algunos errores comunes, como no seguir una rutina de sueño, perder la paciencia y alterarse, no mostrar firmeza o no buscar el motivo del problema. Por tanto, será necesario que los padres sepan cómo actuar ante estas circunstancias.
Aunque existen varias técnicas, como dejar a nuestro hijo en la habitación y no acudir cuando llore, es preferible usar otros consejos más útiles que facilitan esta tarea, como los siguientes:
Si todavía te preguntas “por qué mi hijo de 7 años no quiere dormir solo” y sientes que no eres capaz de encontrar el motivo del problema ni de desarrollar un buen hábito de sueño, no dudes en buscar ayuda psicológica. En nuestro centro trabajamos con varias áreas de intervención que abarcan desde edades tempranas hasta la etapa adulta.